Datos
La artritis y la artrosis son enfermedades reumáticas que provocan dolor, que afectan a una o a varias articulaciones y que son más frecuentes en mujeres que en hombres. Si bien eso es lo que tienen en común, tanto su origen como su tratamiento son muy diferentes.
La rigidez matutina es la sensación de dureza y falta de flexibilidad en las articulaciones que suele ocurrir al despertar. En la artrosis, esta rigidez es el resultado de la inflamación y el desgaste del cartílago articular, lo que provoca que las articulaciones se sientan rígidas y doloridas después de períodos de inactividad, como durante la noche.
La artrosis, una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones, se ha convertido en un problema de salud pública. Con alrededor de 7 millones por país de personas afectadas, la artrosis representa una carga significativa para el sistema sanitario y la calidad de vida de los pacientes.
La artrosis es una enfermedad crónica que se presenta con gran frecuencia. Esta se puede manifestar a cualquier edad, pero con mayor frecuencia en las personas que superan los 50 años. Las zonas más afectadas son las rodillas, cadera, falanges, columna vertebral, entre otras articulaciones.
Con el paso de los años, nuestro sistema esquelético se ve afectado por diversos cambios. Los huesos pierden densidad y se vuelven más propensos a fracturas, mientras que las articulaciones se tornan rígidas y dolorosas, limitando la movilidad. Estos cambios se deben a diversos factores como la disminución de la masa ósea, el desgaste del cartílago y la presencia de inflamación.
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.
La artritis reumatoide es una enfermedad auto inmunitaria e inflamatoria, lo cual significa que el sistema inmunitario ataca por error a las células sanas del cuerpo, causando inflamación en las partes del cuerpo afectadas.
La relación entre la diabetes y la artrosis no es completamente clara, pero hay algunas conexiones y consideraciones importantes a tener en cuenta:
La artrosis es una de las enfermedades que comúnmente está ligada a una edad avanzada. Sin embargo, las consultas reciben cada vez a gente joven aquejada de artrosis o de síntomas que puede equivaler a esta patología.
Se le nombra hipermovilidad o hiperlaxitud articular al movimiento de las articulaciones que va más allá de su rango normal. Esto puede ocasionar dolor articular o muscular, especialmente luego de la actividad física y por las noches.
La artrosis glenohumeral es una enfermedad degenerativa de la articulación entre la cabeza humeral y la cavidad glenoide del omóplato. Esta enfermedad, produce la pérdida del cartílago articular y un endurecimiento de las superficies óseas con formación de osteofitos (crecimiento óseo en la periferia de la articulación).
Las enfermedades reumáticas son aquellas que afectan al aparato locomotor y la mayoría de ellas cursan con algunos síntomas comunes, lo más frecuentes son el dolor que se siente al padecerlas, los trastornos que afectan al sueño a menudo causado por el propio dolor y también la rigidez matutina y la fatiga.
El tobillo y el pie son las zonas más problemáticas por la artrosis. Ya que limitan mucho la movilidad y calidad de vida. El pie humano cuenta con 28 huesos y más de 30 articulaciones. De estas, las cinco que son más afectadas con más frecuencia por la artrosis son: tobillo, las tres articulaciones del retropié y el hallux o dedo grueso del pie.
La detección precoz de la artrosis es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. No basta con subestimar los primeros signos y síntomas, ya que buscar de atención médica temprana puede marcar la diferencia en el manejo y el control de esta enfermedad degenerativa de las articulaciones.
El espolón óseo (osteofito) es un crecimiento óseo que se forma sobre el hueso normal. Por lo general, esto genera desgaste o dolor si presiona o roza sobre otros huesos o tejidos blandos, como ligamentos, tendones o nervios del cuerpo. Sin embargo, los lugares más comunes en donde los espolones óseos aparecen son: la columna vertebral, los hombros, las manos, la cadera, las rodillas y los pies.
La espondilitis anquilosante, también conocida como espondiloartritis axial, es una enfermedad inflamatoria, que con el tiempo, puede hacer que algunos de los huesos de la espina dorsal, llamados vértebras, se fusionan. Esta fusión hace que la espina dorsal sea menos flexible y puede que genere una postura encorvada. Por lo tanto, si las costillas están afectadas, podría ser difícil respirar profundamente.
El reumatismo palindrómico es una condición que se manifiesta por periodos de tiempo cortos. Es decir, el afectado presenta dolor en las articulaciones e inflamaciones pero durante episodios no muy constantes.
El principal síntoma de la artrosis es el dolor. Además, en etapas más avanzadas existe rigidez o pérdida de movilidad, lo que puede limitar la vida diaria del paciente.
La artritis reumatoide es una forma progresiva de artritis inflamatoria en la que un sistema inmunitario hiperactivo ataca el revestimiento de las articulaciones. Esto provoca dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones.
La osteoartritis o artrosis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, caracterizada por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas.
La osteoartritis es una condición que se caracteriza por el desgaste o la eventual pérdida de cartílago en una o más articulaciones. El cartílago (el tejido conjuntivo que se encuentra en la terminación de los huesos en las articulaciones) protege y amortigua los efectos del movimiento sobre los huesos.
A medida que el trastorno va causando más síntomas, la articulación pierde movilidad y finalmente pierde la capacidad de estirarse y doblarse por completo. El nuevo crecimiento de hueso u otros tejidos puede agrandar las articulaciones. Las superficies irregulares de los cartílagos hacen que las articulaciones rechinen, chirríen y crujan al movilizarse, y se vuelven dolorosas a la palpación.
¿Alguna vez alguien les ha dicho que va a llover porque nota más dolor del habitual en las articulaciones? En caso afirmativo, a estas personas que perciben el dolor en estas situaciones se las conoce como meteorosensibles, es decir, sensibles a los cambios bruscos de tiempo. Varios estudios confirman que las variaciones de presión atmosférica y de temperatura afectan a las personas con enfermedades reumáticas.
El lupus afecta a diferentes personas de diferentes maneras. La mayoría de las personas con lupus tienen problemas con las articulaciones, los músculos o los huesos. Algunas veces el lupus en sí mismo causa estos problemas y otras veces son efectos secundarios de los tratamientos para el lupus.
El síntoma fundamental del paciente con artrosis de rodilla es el dolor. Al principio, el dolor es muy leve, sólo aparece cuando se ha realizado una actividad física muy importante y cede rápidamente con el reposo.
Los ligamentos, que unen las articulaciones, pierden elasticidad a medida que la persona envejece, haciendo que las articulaciones se vuelvan tensas o rígidas. Esta alteración se debe a cambios químicos en las proteínas que constituyen los ligamentos.
Como ya mencionamos previamente, el principal síntoma de la artrosis es el dolor. Este dolor es persistente y no es proporcional a los cambios estructurales observados en la articulación.
Detección precoz, llevar hábitos saludables, reconocer los síntomas claves en esta enfermedad que se puede tratar de manera eficaz consiguiendo su remisión.
Los expertos de la Clínica Universidad de Navarra nos dan una serie de consejos para minimizar el impacto de la artrosis y mejorar sus síntomas. Son los siguientes:
Si de vez en cuando te quejas de "dolor de huesos" no lo dejes pasar: actuar ante los primeros síntomas puede prevenir la artrosis en el futuro. Y si esta enfermedad que afecta sobre todo a las articulaciones ya ha empezado a desarrollarse, hay fórmulas para aliviar las molestias. Que aparezca dolor "inespecífico" y crujidos en los huesos puede estar indicando que hay un principio de artrosis. Es cierto que hay más riesgo de que eso ocurra a medida que vamos sumando años pero hay casos en los que aparece de forma precoz a los 40 o 50 años.
Actualmente no se conocen con exactitud las causas de aparición de la artrosis, pero existen una serie de factores de riesgo asociados a la misma:
La espondilosis cervical es una degeneración de los huesos del cuello (vértebras) y de los discos intervertebrales, lo que ejerce presión sobre la médula espinal (la comprime) en la zona del cuello.
La osteoartritis de la articulación temporomandibular (ATM) es un desorden degenerativo de etiología multifactorial, que requiere un manejo interdisciplinario.
Los síntomas de la artrosis con frecuencia se desarrollan con lentitud y empeoran con el tiempo. Los signos y síntomas de la artrosis incluyen los siguientes:
La artrosis en los pies, es un proceso degenerativo en el cartílago de las articulaciones, principalmente en los dedos del Pie. La información que aportamos le ayudara a evitar dolores y a recuperar sus cartílagos de los dedos.
En los Pies, tenemos cartílagos que protegen a los huesos en todo el Pie.
Los síntomas más evidentes de la Artrosis en los Pies son el dolor y la hinchazón y la dificultad de andar y de realizar movimientos, para tener una vida normal.
Nadie hubiera dicho que el dolor es el mecanismo que garantiza nuestra supervivencia: es la señal de alerta que tiene nuestro organismo para avisarnos de que algo no funciona correctamente.
Aunque el dolor sea un fenómeno subjetivo, muchas personas padecen esta sensación desagradable día tras día. Entre el 40% y el 80% de las consultas médicas están relacionadas con el dolor. La intensidad del dolor varía según el nivel y la gravedad de la enfermedad, por eso existen distintos umbrales frente al dolor.
La artrosis de las articulaciones de las manos se produce por una desgaste del cartílago de estas articulaciones. Suele producir dolor, rigidez, dificultad para mover los dedos y deformidad. La edad de inicio habitualmente es entre los 40 y los 50 años, aunque hay casos de comienzo más tardío. Es más frecuente en mujeres aunque puede presentarse en ambos sexos.
La artrosis lumbar se produce cuando se lesiona o degenera el cartílago de las articulaciones de la columna lumbar.
La columna lumbar está formada por cinco vértebras que se sitúan en la espalda, entre las costillas y la pelvis. La unión entre las vértebras contiguas se realiza mediante varias superficies articulares cubiertas por cartílago. Cuando ese cartílago se desgasta, se produce la artrosis lumbar.
La artrosis de la articulación de la cadera consiste en el deterioro del cartílago de esta articulación. Es relativamente frecuente, aunque no tanto como la artrosis de rodillas o de manos. En general, es propia de personas mayores, aunque puede aparecer antes de los 50 años, siendo excepcional en jóvenes.
La artrosis cervical o cervicoartrosis es provocada por la lesión o desgaste del cartílago de las articulaciones de la columna cervical. Se trata de un tipo de artrosis que a menudo no da síntomas: en muchas ocasiones no está diagnosticada y se localiza de forma fortuita al realizar una radiografía de la zona afectada. El dolor puede aparecer al realizar actividades mecánicas o cargar pesos. El síntoma más común es rigidez y dolor de la articulación del cuello (cervicalgia).