Prevención y diagnóstico precoz de la artrosis

Prevención y diagnóstico precoz de la artrosis

La artrosis, una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones, se ha convertido en un problema de salud pública. Con alrededor de 7 millones por país de personas afectadas, la artrosis representa una carga significativa para el sistema sanitario y la calidad de vida de los pacientes.

Durante mucho tiempo, la artrosis se ha visto como un simple proceso de desgaste articular. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que la enfermedad es mucho más compleja, con múltiples subtipos y una larga fase preclínica asintomática. En la actualidad, se entiende la artrosis como una enfermedad con diversos subtipos, cada uno con sus propias características y vías de desarrollo. Esta nueva perspectiva permite un enfoque más preciso y personalizado del tratamiento. 

La investigación ha identificado diversos factores que aumentan el riesgo de desarrollar artrosis, algunos de ellos modificables y otros no. Entre los modificables se encuentran: 

- Lesiones articulares

- Sobrepeso

- Sarcopenia (pérdida de masa muscular)

- Alteraciones biomecánicas

- Estilo de vida inadecuado

Prevención: La prevención de la artrosis se centra en abordar los factores de riesgo modificables. 

Existen diversas alternativas para prevenir la artrosis o retrasar su progresión, incluyendo: 

- Control del peso

- Ejercicio físico regular

- Fortalecimiento muscular

- Dieta saludable

- Evitar el sobreesfuerzo articular 

El diagnóstico precoz de la artrosis es fundamental para iniciar un tratamiento oportuno y efectivo. Los principales síntomas de la artrosis son dolor y limitación de la función articular. 

La artrosis es una enfermedad compleja con un impacto significativo en la salud pública. Sin embargo, los avances en su comprensión y las nuevas estrategias de prevención y tratamiento ofrecen una esperanza para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

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