Si bien la artrosis es una enfermedad crónica asociada al envejecimiento, recientemente la edad no es lo único a tener en cuenta para padecerla. En este artículo te presentamos las posibles causas por las cuales los jóvenes comienzan a padecer dicha enfermedad.
Las lesiones deportivas articulares son una preocupación común para atletas de todos los niveles, desde aficionados hasta profesionales. Las articulaciones, que permiten la movilidad y la flexibilidad del cuerpo, son especialmente vulnerables a lesiones debido a la tensión y el impacto repetitivo a los que se someten durante la actividad física.
La artrosis cervical, también conocida como cervicoartrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones de la columna cervical y a los discos intervertebrales. Se caracteriza por el desgaste del cartílago articular, lo que provoca dolor, rigidez y otros síntomas.
Las mujeres en edad fértil con frecuencia preguntan a sus reumatólogos si sus hijos heredarán enfermedades como la artritis, la artritis psoriásica o la espondilitis anquilosante. Esta inquietud también está presente en los hombres, aunque en menor grado.
El TER se genera por el movimiento o esfuerzo continuo de una parte específica del cuerpo, como las articulaciones. Este desgaste y estrés provocan dolor, inflamación e incomodidad. En casos severos, puede dañar o tensar los tejidos alrededor de las articulaciones.
La anemia se desarrolla cuando a la sangre le faltan glóbulos rojos o hemoglobina, una proteína rica en hierro que permite que los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Dado que el cuerpo no puede circular con suficiente oxígeno, puede causar cansancio y debilidad.
El tejido conocido como cartílago articular, específicamente de tipo hialino, recubre las superficies óseas que integran las articulaciones. Su función principal radica en soportar y distribuir las cargas transmitidas entre dichas superficies, permitiendo un movimiento suave y prácticamente libre de fricción gracias a su bajo coeficiente de rozamiento.
La artrosis es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta principalmente al cartílago, el tejido resbaladizo que cubre el extremo de los huesos en una articulación.
El Hallux Rígidus o mejor conocido como artrosis metatarsofalángica es una enfermedad que se presenta como deformidad en la articulación metatarsofalángica del primer dedo del pie. Esta se caracteriza por la formación de osteofitos (picos de huesos) y degeneración/destrucción del cartílago articular.
La artrosis es una afección común que afecta a miles de personas en todo el mundo. Esta enfermedad se caracteriza por el desgaste del cartílago en las articulaciones, lo que conduce a dolor y rigidez. Si bien, la artrosis se considera una enfermedad articular, cada vez más investigadores sugieren que existe una conexión importante entre la artrosis y las enfermedades cardiovasculares.
La bursitis es un trastorno que afecta las pequeñas bolsas rellenas de líquido, llamadas bolsas sinoviales, que proporcionan amortiguación a los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. La bursitis ocurre cuando estas bolsas se inflaman.
La artrosis es una infección articular degenerativa que a menudo se asocia con el envejecimiento, pero puede afectar a cualquier articulación en el cuerpo, incluyendo el codo. La artrosis de codo, aunque es menos común que la artrosis de cadera o rodilla, puede ser debilitante y afectar significativamente la calidad de vida de una persona.
La artrosis es una afección degenerativa de las articulaciones que puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen. A medidas que envejecemos o practicamos mucho deporte, nuestras articulaciones pueden experimentar un desgaste natural, y la artrosis es una de las principales causas de este proceso.
Lyme es una enfermedad que se contrae a través de la saliva de las garrapatas. Generalmente, si te pica una garrapata infectada, las bacterias de la saliva ingresan al torrente sanguíneo, lo que aumenta el riesgo de contraer la enfermedad. Por otro lado, estas bacterias pueden asentarse en las articulaciones provocando un tipo especial de artritis.
La artritis infecciosa es una infección en el líquido y en los tejidos de las articulaciones. Esta es causada generalmente por bacterias, aunque en algunos casos puede estar causada por virus u hongos. Sin embargo, en esta clase de artritis existen dos tipos: la aguda y crónica.
Un estudio de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) señaló que la obesidad es una de los factores que puede aumentar casi 7 veces la posibilidad de sufrir de artrosis. La artrosis no solamente es un problema de las articulaciones y el cartílago, como se suele pensar, también tiene que ver con los ligamentos y los músculos peri articulaciones que se ven debilitados.
Es el tipo más frecuente de artritis crónica, o de larga duración, que afecta a los niños. Esta enfermedad ocurre cuando el sistema inmunitario ataca los tejidos sanos de las articulaciones.
La artritis reumatoide y la depresión pueden presentarse juntas. Si bien esto se sabe, en general, no se examina a las personas con artritis reumatoide para verificar si padecen depresión, por lo que es posible que no reciban diagnóstico ni tratamiento. Existen estudios que indican que si no se trata la depresión que se presenta con la artritis reumatoide, el tratamiento para esta última puede resultar menos eficaz.
La artrosis facetaria es una patología que afecta a las articulaciones facetarias de la columna vertebral, que puede afectar a la calidad de vida del paciente. Ante la aparición de dolor facetario es importante acudir a un traumatólogo especialista de columna vertebral, que pueda aplicar el tratamiento más adecuado, sobre todo si la patología está muy avanzada y es necesario aplicar una microcirugía de columna vertebral.
Esta enfermedad reumática no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en los sujetos que tienen una historia familiar. Es importante conocer esto y conocer también que factores de riesgo como la obesidad, la falta de ejercicio físico o las alteraciones en la postura influyen en el desarrollo de la enfermedad y modificarlos está al alcance del propio paciente tanto para prevenir o retrasar los síntomas como para favorecer al tratamiento.
La artrosis cervical o cervicoartrosis se produce cuando se lesiona o degenera el cartílago de las articulaciones de la columna cervical. La artrosis cervical es muy frecuente en personas mayores a 50 años y en muchas ocasiones pasa desapercibida porque no produce síntomas.
Aunque la artrosis es un proceso generalizado que compromete a todas las estructuras que componen la articulación, el cartílago articular es el principal protagonista de esta patología.
“El 18 por ciento de las mujeres tienen artrosis, frente al 9 por ciento de los hombres”, explica Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de la Mujer de Madrid. Además, se sabe que la enfermedad se da con mayor frecuencia en personas de entre 55 y 60 años y que en ellas es más común la artrosis en la rodilla y la mano. Sin embargo, “es muy difícil saber cuántas de esas mujeres tienen artrosis causada o empeorada por la menopausia”.
Siete de cada diez personas mayores de 50 años tienen artrosis en sus manos. Estas cifras, unidas a que el 40 por ciento de la población que compone esta franja de edad padece esta enfermedad en los pies y el 10 por ciento en las rodillas, hacen de la artrosis la enfermedad reumática con mayor número de afectados en nuestro país.
Los tipos de articulaciones son las diferentes formas en que los huesos del cuerpo se unen entre sí. Las articulaciones son las uniones entre los huesos y forman parte del sistema óseo.
Podemos dividir en fases los diferentes estadios de la artrosis:
Persisten muchos mitos sobre la artrosis. Por ejemplo, se suele pensar que es un componente inevitable del envejecimiento, como lo son las canas y los cambios en la piel, que provoca poca discapacidad y que el tratamiento no es efectivo.
La mayoría de las enfermedades articulares aparecen por el desgaste y la edad de los huesos. Sin embargo, existen distintos métodos para prevenir este tipo de malestares, lo mejor es que casi todas estas prácticas son hábitos comunes que puedes realizar diariamente.
La artrosis, se localiza sobre todo en manos, rodillas, caderas, columna y pies.
La artrosis es una condición degenerativa que afecta las articulaciones y el cartílago articular, este desgaste de cartílago aqueja a millones de personas en el mundo desde edades tempranas.
Las células madre se han ganado en muy poco tiempo la reputación de “tratamiento milagroso” para la artrosis de rodilla. “Es muy difícil resistirse a los encantos de un tratamiento que supuestamente reparará en pocos meses una rodilla inútil y dolorosa. Todo esto sin pasar por el quirófano, sin química ni efectos secundarios, con la fuerza regeneradora de los propios tejidos y con tan sólo con una sola inyección.
Las articulaciones sin movimiento (denominadas sinartrosis) incluyen las suturas de la estructura ósea de la cabeza, las articulaciones entre los dientes y la mandíbula, y la articulación que se encuentra entre el primer par de costillas y el esternón.
Las articulaciones son las uniones entre dos o más huesos. Algunas articulaciones normalmente no se mueven, como las localizadas entre los huesos del cráneo. Otras permiten una amplitud de movimiento compleja.
Los conocimientos acerca de la fisiopatología de la artrosis han progresado de forma considerable en los últimos años. La enfermedad se manifiesta como un trastorno bioquímico desencadenado por diversos factores, entre los que se encuentra el estrés mecánico.
La artrosis, el trastorno articular más frecuente, suele comenzar a edades comprendidas entre los 40 y 50 años afectando en algún grado a casi todas las personas a partir de los 80 años de edad.
El dolor y la inflamación son síntomas que comparten algunas enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide y la artrosis. Por eso es común confundirlas en algunos casos. Para aclarar las dudas detallaremos a continuación las cuatro diferencias principales que existen entre estas dos enfermedades que afectan a las articulaciones.
No se conocen con exactitud las causas que producen la artrosis, pero existen algunos factores de riesgo asociados a su aparición:
Edad: aumenta de forma exponencial a partir de los 50 años. "Es una enfermedad que tendremos todos si alcanzamos una edad avanzada”
Artrosis y osteoporosis no significan lo mismo, sin embargo por desconocimiento es frecuente su mala interpretación. Si bien es cierto existe la relación en común, que se presentan conforme vamos avanzando en la edad adulta, sin embargo también pueden ser diagnosticadas en edad temprana.
Cuando no contamos con el conocimiento de algunas enfermedades, la tendencia es crees lo que nos dicen, escuchamos o leemos. Existe algunas creencias o falsos mitos que son populares alrededor de las enfermedades reumáticas y vamos a compartir algunos.
¿Cuáles son sus principales síntomas?
El dolor es el síntoma principal , se nota en las articulaciones al empezar el movimiento tras un periodo de reposo. El dolor es gradual y continuo y puede llegar a ser nocturno. Tratar esta enfermedad a tiempo puede ser la diferencia entre provocar una incapacidad funciona o incluso laboral.
Los síntomas de la artrosis son muy particulares, pero en cada persona pueden manifestarse de manera distinta. En la consulta del médico, si los síntomas son claros, el reumatólogo no debería tener dudas acerca del diagnóstico.
Ambas enfermedades afectan a las articulaciones y dos de los síntomas que tienen en común son el dolor y la reducción de la movilidad articular. Es por esta razón que algunas personas tienden a confundir estas enfermedades reumáticas.
La artrosis es una patología reumática que lesiona el cartílago articular.
Las articulaciones son los componentes del esqueleto que nos permiten el movimiento y, por tanto, nuestra autonomía funcional y están formadas por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. En el interior de las mismas existe, generalmente, un fluido llamado líquido sinovial que es producido por la membrana sinovial. Los extremos óseos que se unen para formar la articulación están recubiertos por el cartílago articular.