El TER se genera por el movimiento o esfuerzo continuo de una parte específica del cuerpo, como las articulaciones. Este desgaste y estrés provocan dolor, inflamación e incomodidad. En casos severos, puede dañar o tensar los tejidos alrededor de las articulaciones.
En la actualidad, las principales causas de TER están relacionadas con:
Trabajo de oficina intenso: Movimientos repetitivos con el mouse, teclado o escribir durante largos períodos.
Labores manuales: Esfuerzo físico repetitivo, como levantar objetos pesados o usar herramientas vibratorias.
Uso excesivo de dispositivos electrónicos: Posiciones incómodas y movimientos repetitivos al usar smartphones, tablets o laptops.
Los síntomas del TER varían según la zona afectada, pero algunos comunes son:
-Pérdida de fuerza en la parte del cuerpo afectada.
-Disminución de la sensibilidad.
-Hormigueo, especialmente en brazos o manos.
-Sensación de pulsación o latido en el área afectada.
-Dolor o sensibilidad en la articulación o músculo afectado.
El tratamiento del TER varía según el individuo y la gravedad de la condición. Algunas opciones comunes incluyen:
-Descanso: Evitar la actividad que causa el dolor.
-Hielo: Aplicar compresas frías para reducir la inflamación.
-Medicamentos: Analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor.
-Fisioterapia: Ejercicios para fortalecer y mejorar la flexibilidad de la zona afectada.
-Ergonomía: Ajustar el espacio de trabajo o la forma de realizar las actividades para evitar movimientos repetitivos.
El TER es una condición que causa dolor y malestar debido a movimientos repetitivos. Si experimentas estos síntomas, es importante consultar con un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Con las medidas correctas, puedes prevenir o controlar el TER y mejorar tu calidad de vida.
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