Artrosis en jovenes: Causas y cómo prevenirlo
Si bien la artrosis es una enfermedad crónica asociada al envejecimiento, recientemente la edad no es lo único a tener en cuenta para padecerla. En este artículo te presentamos las posibles causas por las cuales los jóvenes comienzan a padecer dicha enfermedad.
Causas:
- Exceso de peso y obesidad. La sobrecarga que supone los kilos de más provoca el desgaste de las articulaciones, sobre todo en las caderas, las rodillas y la zona de la columna vertebral lumbar.
- Traumatismos. Los golpes y caídas también pueden provocar artrosis prematura.
- Genética. Aunque son menos frecuentes, existen las alteraciones en la forma o la estabilidad articular que se heredan.
- Actividad deportiva demasiado intensa o mal realizada: Los deportistas amateurs han incrementado su prevalencia en la enfermedad. Según los expertos, más que el tipo de deporte en sí, la causa es la práctica incorrecta y la falta de una recuperación deportiva adecuada.
Causas:
- Alimentación deficiente en vitaminas y minerales: Una alimentación adecuada desde la infancia protege ante el riesgo de padecer artrosis. Es necesario seguir una pauta alimenticia completa y equilibrada a lo largo de la vida para no incrementar las posibilidades de sufrir la enfermedad.
- Acidificación del organismo: Un exceso de comidas procesadas, medicamentos, carne o alcohol, produce una sobrecarga de acidez en el organismo. El organismo está obligado a compensar este exceso, y lo realiza mediante un proceso de alcalinización. Este proceso consiste en la eliminación de minerales básicos, y la finalidad consiste en preservar el mantenimiento del cartílago.
- Rizartrosis: La rizartrosis es un tipo de artrosis que afecta al dedo pulgar. El sobreuso que hacemos de los pulgares al escribir o jugar en el móvil, un movimiento continuo y antinatural de los huesos implicados, causa el deterioro del cartílago articular dando lugar a la aparición de la rizartrosis cuyo principal síntoma es el dolor y la pérdida de funcionalidad al realizar actividades cotidianas como abrir un bote, girar una llave o agarrar algo.
Medidas de prevención:
- Ejercicios de estiramiento y de fortalecimiento muscular para ayudar a mantener los cartílagos en buen estado y aumentar la amplitud de movilidad de las articulaciones.
- Actividad física apropiada (aquagym, tai-chi, caminar)
- Reeducación postural: Es importante mantener una postura correcta para aliviar los síntomas producidos por las alteraciones musculoesqueléticas
- Fisioterapia: El fisioterapeuta se encarga de evaluar la fuerza, la funcionalidad, la capacidad de control de movimiento y el nivel de dolor para recomendar los ejercicios más adecuados a cada persona.
- Aplicación de calor local para relajar la musculatura y aliviar el dolor.
- Mantener un peso adecuado es fundamental para no sobrecargar las articulaciones.
- Alimentación adecuada como la que hemos indicado. Con ello, conseguiremos una mayor ingesta de vitaminas y minerales y, sobre todo, alcalinizar el organismo.
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