¿POR QUÉ CRUJEN LAS ARTICULACIONES?

¿POR QUÉ CRUJEN LAS ARTICULACIONES?

Crack, crack, crack’, este es el sonido que alivia a personas que tienen por costumbre crujirse los nudillos de la mano. Otros detestan esta costumbre. Y tanto unos como otros, suelen acudir al médico preocupados por si estos chasquidos fueran debidos a un deterioro precoz de sus articulaciones.

Los chasquidos articulares han atraído la atención de los investigadores desde principios de 1900. Uno de los primeros estudios realizados en las articulaciones metacarpofalángicas (manos) comprobaron que dichas articulaciones una vez que se producía el chasquido, no se podían volver a chasquear de nuevo hasta pasados 20 minutos.

Los chasquidos articulares o crujidos son frecuentes en la población general, principalmente en niños, y en personas hiperlaxas. Son más habituales manos, rodillas y cuello, y no se acompañan de dolor.

Los chasquidos articulares, son debidos al fenómeno de cavitación, por el que un líquido (en este caso el líquido sinovial) al ser sometido a una presión (provocada por la flexión máxima de la articulación o estiramientos) produce la vaporización de gases (nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono) a medida que aumenta la presión. Esta liberación brusca de gases provocan el sonido característico.

Una vez producido, mientras se reorganizan los gases de forma natural y el gas vuelve de nuevo a disolverse en el líquido articular, no podremos reproducir el sonido inmediatamente. El fluido se vaporiza y luego vuelve a un estado líquido a medida que la presión aumenta.

Este chasquido, de forma controlada, es lo que realiza un fisioterapeuta. Aunque no está comprobado que crujirse los dedos de la mano provoque una mayor deformidad, no es aconsejable crujirse de continuo las articulaciones, porque pueden provocar deformidades por elongación del aparato ligamentario.

Escribir un comentario

Código de seguridad Refescar

Enviar