La artrosis es una patología reumática en donde el paciente ve afectada su movilidad y la calidad de vida puede llegar a quedar muy deteriorada. Entre las causas más comunes se encuentran el sobrepeso, la edad avanzada y las debidas a la propia genética del paciente.
Indudablemente todo se vuelve más complejo si nuestros genes son proclives, tengo sobrepeso y una edad avanzada. Se pueden dar otros casos con pacientes jóvenes que debido a una intensa actividad en el deporte que practican, someten a algunas de sus estructuras articulares a tal esfuerzo que hace que tengan articulaciones envejecidas por sobrecarga extrema, una mala orientación en la planificación del entrenamiento puede llevar a estos extremos.
Es preciso que ante los primeros síntomas de dolor articular acudamos al médico, con un diagnóstico temprano un fisioterapeuta puede ayudar sobremanera a impedir que el proceso acabe degenerando en una situación incapacitante.
Fisioterapia de la artrosis
Una de las técnicas más eficaces es la Diatermia Capacitiva, todavía para muchos una desconocida, pero que poco a poco se va extendiendo por más clínicas de fisioterapia. Es sorprendente ver cómo en apenas tres sesiones en la mayor parte de los casos los síntomas comienzan a remitir y la calidad de vida mejora. La diatermia consiste en la transmisión de corrientes de alta frecuencia al interior del cuerpo del paciente. De esta forma, se consigue una estimulación de las células aumentando su metabolismo, pudiendo llegar a tejidos profundos difíciles de activar. Esto provoca un aumento de la temperatura en los tejidos. Gracias a ese efecto térmico, puede ser empleado en el tratamiento de infinidad de patologías.
A las técnicas de relajación les pasa como a la Diatermia, siguen siendo poco conocidas o usadas en fisioterapia y eso que forman parte de nuestro programa de formación universitario, si enseñamos a nuestros pacientes a relajar la musculatura afectada, el umbral de percepción del dolor se elevará y el grado de molestia que causa este síntoma disminuirá notablemente.
La educación postural orientada al puesto de trabajo y a las actividades de la vida cotidiana, son el medio por el cual es posible llevar una vida activa sin empeorar la sintomatología.
No es extraño que nos encontremos ante un paciente diagnosticado de artrosis de rodilla y que sea precisamente la rodilla que tiene menos artrosis aquella acerca de la cual nos refiere más molestias, en ocasiones un golpe o un sobreesfuerzo en esa zona concreta es responsable de que aparezcan unos síntomas hasta ahora ocultos.
Si se actúa inmediatamente utilizando técnicas de electroterapia antiinflamatorias y calmantes las molestias declinarán rápidamente, la artrosis sigue presente pero los síntomas que afectan a la calidad de vida del paciente disminuyen de modo notable.
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