Cuando las personas hablan de la "artritis", casi siempre se refieren a la osteoartritis, que normalmente es el resultado de décadas de desgaste.
Las articulaciones saludables están acolchadas por un cartílago amortiguador, cuya función es impedir que tus huesos se froten entre sí. En la osteoartritis, en cambio, el cartílago se desgasta y produce dolor y entumecimiento, posiblemente inflamación y una disminución del arco de movimiento.
Los síntomas son peores por la mañana.
El riesgo de padecer osteoartritis aumenta con la edad, el peso y si tienes antecedentes de lesiones de las articulaciones por esfuerzo repetitivo —el uso frecuente del teclado de la computadora es la causa más común.
Para controlar la osteoartritis, los médicos aconsejan hacer ejercicios de bajo impacto que te permitan mover las articulaciones ligeramente por todo su arco de movimiento: caminar, trabajar en el jardín, nadar, manejar bicicleta, hacer ejercicios de calistenia en la piscina y contar con una vida sexual activa.
El acto sexual supone un ejercicio suave en el que se trabaja el arco de movimiento articular, que disminuye el dolor y la inflamación. También libera endorfinas, el analgésico natural que produce nuestro organismo. El sexo fortalece los músculos que se encuentran alrededor de las articulaciones, de tal modo que ayuda a sostenerlas. Y mejora el estado de ánimo, que asimismo ayuda a aliviar el dolor.
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