Los fármacos contra la artrosis siguen evolucionando pero, además, se investigan nuevas formas de reducir el dolor que provoca sin recurrir a ellos.
Los estímulos eléctricos (electroterapia), las vibraciones sonoras (ultrasonidos), los campos magnéticos (magnetoterapia), la luz láser (láser terapia) o las corrientes eléctricas de baja intensidad son terapias que ya se realizan en centros específicos de rehabilitación y en varias sesiones.
Asimismo se está avanzando mucho en el terreno de la biotecnología.
- Células madre. Cuando aún queda cartílago, las células madre (capaces de formar cualquier otro tipo de célula) permiten que se regenere. Con ácido hialurónico, con plasma rico en plaquetas….Los científicos buscan combinar bien las células madre para que sean más efectivas.
- Cartílago artificial. Se están investigando biomateriales que pueden imitar la matriz del cartílago y restaurar sus múltiples funciones. De origen naturalYa se usan –y se siguen analizando– hidrogeles (materiales ricos en agua) hechos a partir de algas, seda de gusanos y de arañas...
- Alternativas anti-inflamación. Ahora que saben que, más que el desgaste, es la inflamación una de las claves de la artrosis, se buscan tratamientos que sirvan para "frenar" la tendencia a sufrirla. En la Universidad de Miami (EE. UU.) han visto que el extracto de jengibre es un antiinflamatorio natural que reduce un 40% el dolor en las articulaciones de la rodilla.
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