Las técnicas de relajación son una excelente manera de ayudar a controlar el estrés. La relajación no se trata solo de tranquilidad o de disfrutar de un pasatiempo. Es un proceso que disminuye los efectos del estrés en la mente y el cuerpo. Estas técnicas pueden ayudarte a lidiar con el estrés a largo plazo y con el estrés relacionado con diversos problemas de salud, como el dolor de articulaciones, huesos y músculos.
Relajación muscular progresiva: En esta técnica de relajación, debes centrarte en contraer suavemente y luego relajar cada grupo muscular. Esto puede ayudarte a que dirijas tu atención a la diferencia entre la contracción y la relajación del músculo. Podrás ser más consciente de las sensaciones físicas.
Uno de los métodos de relajación muscular progresiva consiste en contraer y relajar los músculos de los dedos de los pies y progresivamente ir subiendo hasta el cuello y la cabeza. Es mejor hacerlo en un ambiente tranquilo sin interrupciones. También puedes comenzar por la cabeza y el cuello e ir bajando hasta los dedos de los pies. Contrae r los músculos durante aproximadamente cinco segundos, luego relajarlos durante 30 segundos, y volver a repetir.
A medida que aprendas técnicas de relajación, podrás ser más consciente de la tensión muscular y otras sensaciones físicas de estrés. Una vez que sepas cómo se siente la respuesta al estrés, puedes hacer el esfuerzo consciente de practicar una técnica de relajación en el momento en que comiences a sentir los síntomas del estrés. Con estas técnicas, se puede evitar que el estrés se salga de control y que se vea afectada tu calidad de vida.
Recuerda que las técnicas de relajación son habilidades. Al igual que con cualquier habilidad, la capacidad para relajarse mejora con la práctica. Sé paciente contigo mismo. No permitas que tu esfuerzo por practicar técnicas de relajación se convierta en otro factor de estrés.
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